miércoles, 2 de junio de 2010

josef fritzl "EL MONTRUO DE AMSTERDAM"


Josef Fritzl, el electricista austriaco que mantuvo cautiva durante casi un cuarto de siglo a su hija, con la que tuvo siete hijos, ha dicho no ser un "monstruo" porque contó con la posibilidad de matar a sus víctimas sin ser descubierto y no lo hizo. Son parte de las declaraciones que Fritzl ha hecho a su abogado, Rudolf Mayer, y que éste ha revelado al diario sensacionalista austriaco Österreich. "Podría haberlos matado a todos, entonces no hubiese pasado nada. Nadie me habría descubierto", ha asegurado el jubilado de 73 años. La Fiscal del Estado federado de Baja Austria ha interrogado hoy por primera vez al carcelero de Amstetten, quien ha mostrado su "disposición a cooperar" con la justicia, ha declarado Gerhard Sedlacek, portavoz de la Fiscalía.
Fritzl encerró durante 24 años a su hija Elisabeth en un zulo bajo su casa en la localidad de Amstetten, a 130 kilómetros de Viena. Allí la violó sistemáticamente y tuvo siete hijos con ella. Uno de ellos murió al nacer y Fritzl se deshizo de él quemándolo en una horno de la vivienda. Adoptó a tres y los hizo vivir en su casa con su mujer, mientras que en el sótano mantuvo a los otros tres, que nunca vieron la luz del sol, y a Elisabeth, a la que recluyó con 18 años y que ahora tiene 42.

Más "coraje" ciudadano

Fritzl permanece ingresado en prisión preventiva en la cárcel de Sankt Pölten desde el 28 de abril. Su abogado ha anunciado que pedirá que a su cliente se le considere "irresponsable penalmente por sus problemas psiquiátricos". El monstruo de Amstetten se enfrenta a una cadena perpetua si se prueba el "homicidio por negligencia" en la muerte del recién nacido. De no ser así, las penas por violación con resultado de embarazo son de 15 años y de 10 por secuestro, pero no pueden sumarse.

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